“SCREAM KILLERS”
Todo sucedió un viernes por la noche del año 2006, en Pocatello, Idaho. Era una noche fría y silenciosa, como tantas otras en ese pueblo donde las casas parecían susurrar historias que nadie quería escuchar. Una joven de 16 años de edad, fue asesinada mientras cuidaba la casa de sus tíos que estaban fuera de la ciudad. Se llamaba Cassie, sus tíos le pidieron que cuidara de sus animales en su ausencia, tenían dos perros y un gato. La casa tenía una presencia, una vida propia que parecía respirar bajo la piel de la madera y la piedra por lo que Cassie pidió a su novio, Matt, que pasará por allí para hacerle compañía y así poder pasar un rato juntos viendo unas películas.
Matt accedió y se le ocurrió la idea de invitar a dos compañeros suyos de clase, Brian y Torey. A ella no le pareció mala idea por lo que decidieron avisarles y, al cabo de un rato, se presentaron en el domicilio. Sobre las nueve y media de la noche los amigos de Matt, decidieron marcharse, estaban aburridos ya que pensaban que Matt les había invitado a una fiesta o que por lo menos que allí encontrarían bebida y chicas, pero nada más lejos de la realidad, en la casa solo estaban Cassie y Matt por lo que se levantaron y dijeron que se iban al cine, abandonando así el domicilio.
Había pasado un rato cuando la pareja escuchó un ruido que, parece, procedía del interior de la casa. Se sobresaltaron cuando vieron que uno de los perros ladraba y gruñía fijando su mirada hacía la zona de las escaleras que conducían al sótano. pero decidieron ignorarlo y continuar con la película. Pocos minutos después se fué la luz en la casa. Esto ya, comenzó a asustarles un poco y, además, la caja de los fusibles estaba, como no podría ser de otra manera, en el sótano. Matt decidió coger una linterna para bajar, pero antes de que comenzara a descender por las escaleras, la luz volvió y regresó al salón donde estaba Cassie arrinconada en una esquina del sofá.
Con todo esto que estaba sucediendo y el miedo que tenía Cassie, Matt llamó a su madre para pedirle permiso para poder quedarse a dormir con su novia, pero su madre le dijo que ni hablar, que no podían quedarse solos y que si querían, Cassie podía ir con ellos a dormir a casa. No fue por falta de ganas pero Cassie era muy responsable y sentía que como estaba “trabajando” no podía abandonar la casa y decidió quedarse.
La madre de Matt llegó a la alejada casa para recoger a su hijo e insistió a Cassie de ir con ellos, pero tomó la decisión de quedarse y cumplir con lo que se había comprometido. Estaba en el salón cuando no tardó mucho tiempo en volver a apagarse la luz. Tenía que coger la linterna y bajar al sótano pero estaba paralizada, tenía claro que había alguien dentro de la casa porque de nuevo, el perro ladraba y gruñía sin parar y no pudo moverse del salón. De entre las sombras apareció una figura, vestida de negro y con una máscara blanca que le tapaba el rostro y que era de la película de “Scream”.
Cuando llegó el amanecer, la casa permaneció en silencio. Las llamadas y mensajes quedaron sin respuesta. Pasó todo el día del sábado sin noticias hasta que el domingo por la mañana llegaron los familiares de Cassie y se la encontraron tirada en el suelo del salón rodeada de un charco de sangre.
La autopsia reveló que había sido apuñalada veintinueve veces y que le habían cortado la garganta. Hubo un detalle importante, todo indicaba que se trataba de dos cuchillos diferentes, ya que el cuerpo presentaba cortes de distintos filos y eso podía suponer que fueran dos personas las involucradas.
La policía comenzó interrogando a Matt y a los dos amigos que habían estado en la casa aquella noche. Durante el interrogatorio, Brian y Torey, afirmaron que fueron al cine después de estar con Matt y Cassie. Sin embargo, a la policía le dio la sensación de que ocultaban algo, no sabían decir el nombre de la película que fueron a ver esa noche ni tampoco el argumento de ésta. Cuando comprobaron su coartada vieron que mintieron en su declaración y su respuesta fue que, en realidad, estuvieron robando coches, pero no habían denuncias por robo registradas ese viernes.
Con toda la presión, y teniendo en cuenta que los chicos tenían 16 años, Brian acabó confesando que prepararon el asesinato de ambos, pero como sólo se quedo Cassie decidieron continuar con el plan con ella. Mientras estaban con ellos en la casa, uno dejó abierta la puerta del sótano para que pudieran acceder al interior con posterioridad. Se fueron de la casa, entraron por esa puerta del sótano y se escondieron allí, empezaron a hacer ruido queriendo alertar y sembrar miedo y apagaron la luz con intención de que, primero, bajara Matt y, al ver que él no volvía a subir, bajara Cassie. Como Matt se marchó, volvieron a apagar la luz pero al ver que ella no bajaba subieron a buscarle.
Brian acabó conduciendo a la policía al lugar donde estaban enterrados los cuchillos y las máscaras. Estaban desenterrando los objetos cuando encontraron algo mucho más escalofriante, una cinta de video grabada por ellos mismos en el Instituto, donde hablaban de que querían matar a alguien y que aspiraban a ser más famosos que Ted Bundy y el Zodiaco. Se consideraban a sí mismos unos psicópatas y en la cinta hablaban de una lista negra y de ejecutar un plan:
“Nos hemos saltado la cuarta clase y estamos haciendo la lista de víctimas ahora, lo sentimos por la familia de Cassie, ella es la elegida, tenemos el plan y ella es perfecta, va a morir”.
Claramente suponían un peligro para la sociedad, habían intentado asesinar con anterioridad en ocho o nueve ocasiones, pero no pudieron llevarlos a cabo. Más tarde acabaron echándose la culpa el uno al otro y Brian dirá que estaba drogado y que no era consciente de lo ocurrido. Al ser menores de edad, tienen la elección de ser juzgados como menores o adultos. Son juzgados como adultos y por separado y acabaron siendo condenados en el año 2007 por asesinato y conspiración para asesinar.
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